miércoles, 7 de enero de 2009

Ciudadanía

Ciudadanía


Ἀριστοτέλης. POLITICA.
Origen del Estado y de la sociedad
Todo Estado es evidentemente una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. .

R.A.E.
1. f. Cualidad y derecho de ciudadano.
2. f. Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación.
3. f. Comportamiento propio de un buen ciudadano.
carta de ciudadanía.

SPES (BG): Civitas –atis f. (obtener la c., civitatem assequi; Conceder a alguien la ciudadanía., aliquem in civitatem recipere.

MARÍA MOLINER, (diccionario del uso del español):
1. cualidad de ciudadano de cierto sitio.
- Derecho de ciudadano de cierto país V. Nacionalidad, Naturaleza)
2. “civismo”. Comportamiento propio de buen ciudadano. “Hay que votar por ciudadanía”
3. ciudadano del mundo. (cosmopolita)

D.E.L. (2ª edición. 1966)
F. Der. Condición jurídica que pueden ostentar las personas físicas y morales, y que, por ser expresiva del vínculo entre el Estado y sus miembros, implica por una parte sumisión a la autoridad y a la ley, y, de otra, ejercicio de un derecho.

LA ENCICLOPEDIA. (Salvat, 2003).
- f. Calidad y derecho de ciudadano. * Conjunto de derechos y deberes, garantías y protecciones que, en orden a la vida privada o pública, reconocen a los ciudadanos, las constituciones o leyes orgánicas de los diversos países. * Conjunto de los ciudadanos de un país.




Es evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político.
(Aristóteles, Política 1.)

Con esta idea suelo comenzar a mostrar las posibilidades entre la sociabilidad y la insociabilidad humana.
Cuando el alumnado lee la frase, automáticamente se producen las risas, los bufidos de aburrimiento y la desgana se apodera del aula. Por supuesto que entre las alumnas y los alumnos queda más clara la idea de sir Th. Hobbes: el hombre es un lobo hombre para el hombre.
Esta es la raíz desde la que habría que plantear la cuestión: la sociedad ha generado la idea conservadora de la lucha por la propiedad, la competencia y el honor. Si están acostumbradas y acostumbrados a sentir la continúa presión de la lucha de todos contra todos, difícil puede resultarles sentirse sujeto de derecho.
Ni todos los regimenes políticos aceptan la idea de ciudadanía, ni toda la ciudadanía sabe de sus derechos y obligaciones.
La idea de ciudadanía lleva en si la contradicción de la que surge: un estado esclavista de producción.
Sin menos cabo por el gran avance que supone el reconocimiento de el derecho de igualdad de palabra en el ágora (isogoria) y el derecho de igualdad ante la ley (isonomía), se debe constatar que surge frente a un universo humano poblado de reinos -en su mayoría tiránicos- nómadas y transeúntes. Frente a todos estos bárbaros, los helenos imponen por la fuerza sus formas de vida: se establece ¿qué es un ciudadano? Frente al ciudadano: metecos (extranjeros), esclavos (indispensables para el sistema de producción, educación…), mujeres y niños.
De tal forma que el Estado constituyente, ejemplo para otros reinos, queda protegido y asegurado por los que lo definen y defienden.
El logro emancipatorio para la humanidad es la conquista de unos derechos que pretende hacerse universales.
Así ocurrió con Alejandro, el macedonio. Una vez terminada la conquista de los viejos territorios por su padre. Él, un meteco, es el hombre más importante de su momento.
Las bases ideológicas y culturales están puestas: Atenas se transforma en residuo de escuelas filosóficas cerradas en sí mismas y Alejandría es la nueva ciudad de las ciencias y del saber para todo un mundo que va a ver abiertas las puertas a un nuevo concepto de ciudadanía: el Helenismo.
La identidad de lengua, cultura y ritos religiosos hacen del imperio de Alejandro un imperio de ciudadanos. Junto a esta idea del ciudadano se desarrolla una idea aún más amplia: ciudadano del mundo (cosmopolita).
Lo mismo ocurre con el imperio de Roma.
Con la caída del Imperio, la ascendencia del cristianismo -como organización político-ideológica- y su fusión con el poder terrenal, la idea de ciudadano no parece ser de valor alguno, el concepto y con le su realidad social pasan a ser: fieles, siervos, vasallos. El abandono del saber por el culto al creer. Gloria.
La fraternidad universal de Alejandro, propagada por los estoicos, se institucionaliza con la Iglesia de Roma: Dios dispone el modelo del mundo sensible, de la ciudad de los hombres, a imagen de su ciudad.
Jerarquía, Obediencia, Santidad ;
Fe, Esperanza y Caridad.

El Islám, como última proclama de Dios uno, también hace a todos y a todas iguales ante Alá. Las guerras entre infieles de uno y otro bando olvidan preceptos de hermandad a favor de la sangre y la espada.
Durante un cierto período, en Al Ándalus, se desarrollaron otros modos de producción social y distintos derechos sociales. Religiosamente cada creencia contribuía con sus impuestos al gobierno. Las guerras civiles y la guerra Imperialista de Isabel y Fernando acabaron otra fase emancipatoria de la humanidad: es posible convivir distintas creencias bajo un mismo cielo.
El agotamiento del sistema, se ve rejuvenecido con la caída de Constantinopla y el exilio de la cultura desde el imperio Otomano a las repúblicas renacentistas italianas y europeas.
Textos originales, ideas de la antigüedad que habían caído en el olvido, vuelven a brillar en su último intento. Y el intento fue fecundo.
El hombre vuelve a ser medida de todas las cosas. Leonardo es el que mejor recrea esta orientación protagoriana. De nuevo la república del saber.
Rota la unidad Iglesia-Estado. Rotos los reinos en principados, en provincias. El concepto de sujeto hace su aparición. Es necesario pasar del derecho divino al derecho natural.
El Estado debe pactar con sus súbditos. El Estado burgués guillotina la rémora del Antiguo Régimen y da a luz a las cartas de derechos de los ciudadanos –pasando por la guillotina a quienes como ciudadanas reclamaban los mismos derechos-, derechos que se van cristalizando en la medida en que se asientan las nuevas repúblicas sobre todo en le otro lado del océano. El Estado no tiene que pactar con los súbditos, el Estado es de los ciudadanos.
Libertad, Igualdad, Fraternidad
La carta de ciudadanía no ha dejado de abrirse desde entonces.
Pero siempre, cada progreso no debe oscurecernos lo que aún queda, lo que oculta y lo que ha costado cada logro.

Mientras existan pasaportes existirán ilegales ¿Los nuevos esclavos “necesarios” del sistema?


La ciudad es una comunidad de seres semejantes, en orden a la mejor vida posible; y puesto que la felicidad es lo mejor y ésta es una energía y uso perfecto de virtud, y su situación es tal que unos pueden disfrutar de ella y otros poco o nada, evidentemente esto explica que surjan tipos de ciudad, diferencias y formas de gobierno varias.
Ἀριστοτέλης

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